
-¿Y cómo podría probarme que usted está loco?
-¡Eso es fácil! -le comentó el gato-. Comencemos. Premisa mayor. El perro es un animal que no está loco. ¿De acuerdo?
-Supongo que sí - dijo Alicia.
-Bien. Premisa menor. El perro gruñe cuando está enfadado y mueve el rabo cuando está contento. Yo hago justamente lo contrario. Muevo el rabo cuando estoy enfadado y gruño cuando estoy contento. Entonces... ¡yo estoy loco!
Lewis Carrol.
Qué letras tan poco convencionales las tuyas.
Alicia, Alicia, con vos hay una excusa para hablar con los animales y pedirles consejos.
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